Una cata de café pude ser similar a una cata de vinos, aunque no se manejen la misma etiqueta o el mismo ritual que en la cata de vinos. En un principio, la cata de café fue establecida para la identificar defectos en los lotes de café a comprar y de esta manera clasificarlo según su calidad. Posteriormente con el auge de los cafés de especialidad se ha convertido en un caracterizador, siendo más compleja que la del vino, ya que en el café se desarrollan unos 1500 componentes aromáticos y de sabor, mientras que en el vino solo hay unos 200, en consecuencia, el abanico de sabores que se encuentra en el café es mucho más amplio.
Como en el vino, las características del café se definen en su cultivo y procesamiento, siendo afectadas por la región, la altura, el clima, el suelo, la sombra del cultivo e incluso otros cultivos cercanos. Su sabor y calidad en la taza dependen de factores como la variedad del café, el método de beneficio, el tipo de almacenamiento, la humedad, el perfil de tostado, el grosor de la molienda, el método de extracción y la habilidad del barista.
Sin embargo, a diferencia del vino tinto[1] que desarrolla su sabor a lo largo de los años, el café mientras más fresco mejor. Esto es debido al oxigeno, que oxida gran parte de los componentes que le otorgan el aroma y sabor al café. Por tal razón, es importante conservarlo adecuadamente después de tostado para garantizar su calidad. De hecho, el éxito de NESPRESSO ha sido la conservación del café mediante un ambiente controlado en la cápsula la cual previene la oxidación del café después de molido y la sencillez para preparar el café. La buena noticia es que hoy en día existen cientos de tostadores de café artesanal donde gracias a ellos puedes disfrutar de un café recién tostado de la hostia, sin usar capsulas y maquinas súper automáticas con una calidad igual o superior a la de Nespresso.
La cata suena compleja pero igual como en el principio sucedió con los vinos, cuando la única diferenciación que existía era vino tinto o blanco, la práctica de la cata de diversos cafés según su origen, variedad, método de procesamiento nos llevará a un mundo maravilloso de sabores, orígenes e historias detrás de cada taza.
[1] Eceptuando vinos como el Beaujolais nouveau que es un vino hecho para consumirse finalizada la cosecha.